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¡Esta es una revisión vieja del documento!


Salud psicológica y sociedad contemporánea

Fuente: Psicología. Teoría de la Praxis. Tomo I 1)

A pesar de que la noción de sociedad lleva implícita la cooperación entre sus integrantes y de que en la práctica los seres humanos trabajan unos para otros, la manera en que se ha organizado la vida social desde hace alrededor de cinco mil años a la fecha, y cada día más, implica una estructura y una dinámica progresivamente productora de múltiples expresiones de neurosis y psicosis, debido a que los individuos tienden a centrarse en sus necesidades, deseos y aspiraciones inmediatas descuidando el nicho ecológico y social en que viven, el cual paradójicamente se cobra ese olvido propiciando frustraciones, soledades, vacíos emocionales y un clima proclive a la violencia. Algunos individuos e instituciones se constituyen en elementos que frenan o reprimen la realización de las posibilidades de otros.

La neurosis constituye un estado de malestar y sufrimiento derivado del conflicto de una persona o una colectividad por la contraposición entre los deseos y las obstrucciones o amenazas en que se desenvuelve la vida cotidiana, muchas de ellas integrándose como fuerzas emocionales intensas y contrapuestas en la vivencia individual, familiar, institucional, laboral, comunitaria, nacional y planetaria. Freud (1923/1985), como Hobbes (1651/1984), consideró que eso era inherente a la “naturaleza humana” y es la concepción común que prevalece todavía hoy en día. La conflictividad emocional produce reacciones exageradas ante acontecimientos que, desde otro punto de vista, podrían tener una solución práctica sencilla o resultarían inofensivas.

Al menos desde la segunda mitad del Siglo XIX, y cada vez más hasta la fecha, se ha ido dando importancia mayor a los problemas psicológicos de las personas como un ámbito relevante de la problemática social contemporánea. La psiquiatría, como una rama de la medicina, ha encabezado la atención a lo que se ha denominado “salud mental”, como complemento de la “salud física” o “corporal”. La 65ª Asamblea Mundial de la Salud (2012) adoptó la resolución WHA65.4

“referente a la carga mundial de trastornos mentales y la necesidad de articular una respuesta integral y coordinada del sector de la salud y los sectores sociales en los países. En la resolución se insta a los Estados Miembros a asignar recursos suficientes a la salud mental y se pide a la OMS que prepare un plan de acción integral sobre salud mental para presentarlo en la 66ª Asamblea Mundial de la Salud por conducto del Consejo Ejecutivo en 2013”.

En esta perspectiva, la Organización Mundial de la Salud (OMS) concibe a la “salud mental” como

“un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad” (Organización Mundial de la Salud, 2013).

Dicha definición de “salud mental” se relaciona con la dimensión positiva que la OMS le da al concepto general de “salud”:

“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (Organización Mundial de la Salud, 2013).

Bajo esta definición puede decirse que la “salud” no existe ni ha existido: un pequeño malestar por estar demasiado tiempo de pie o sentado, una preocupación mínima o el llanto lógico ante la pérdida de un ser amado, o inconformarse con una situación social, serían considerados como falta de salud y, por tanto, enfermedad. Es evidentemente inconsistente.

1)
En esta sección se vierte el capítulo 8 del libro Psicología. Teoría de la Praxis. Tomo I. Conceptos básicos del Dr. Marco Eduardo Murueta. Amapsi. 2014.
salud_psicologica_y_sociedad_contemporanea.1472615507.txt.gz · Última modificación: 2022/11/16 21:50 (editor externo)