¡Esta es una revisión vieja del documento!
La violencia de género es la que se realiza de un sexo hacia otro, es decir que puede ser de un hombre hacia una mujer o viceversa. Por lo general, siempre en los casos de agresión** de género, las víctimas suelen ser las mujeres. Las acciones que en este caso son catalogadas por las leyes como violentas, son aquellas que perjudican la identidad, la salud física y mental; así, como el bienestar de la persona.
La violencia machista: se refiere a todas aquellas acciones que contribuyen al menoscabo sistemático de la dignidad, la estima, la integridad física y mental de las mujeres, niñas y personas con una identidad de género y/o sexualidad distinta a la normativa. Es un tipo de violencia estructural, ya que se encuentra presente en todas las sociedades y todos los espacios sociales, aunque se da en distintos niveles y mediante diferentes mecanismos dependiendo de diversas cuestiones de raza, clase y pertenencia a determinado grupo étnico.
Entonces, esta violencia es considerara una expresión de la desigualdad que impone el patriarcado y, a su vez, es el instrumento que garantiza su continuidad. Se arma a través de tres ámbitos: la violencia simbólica, que genera los prejuicios y el ideario; la violencia estructural, con todas las instituciones que garantizan la discriminación; y la violencia material, en todas sus expresiones concretas de violencia directa.
Violencia feminista: Busca cambiar las relaciones de poder, provocando que como hombre se goce de menos libertad, que se tengan que callar más a menudo, que vean reducidas sus posibilidades de acceder a puestos de trabajo, que sistemáticamente sean objeto de más injusticias, que tengan menos seguridad —económica, laboral, personal—, que se vean más limitados y controlados en cuando tu acceso a la sociabilidad tanto como a la movilidad y que aumentarán las probabilidades de sufrir menosprecio por su condición.
La palabra violencia viene del Latín violentia, cualidad de violentus. Esta viene de vis que significa “fuerza” y-olentus (abundancia). Es decir es “el que actúa con mucha fuerza”, verbalizándose (en lugar de que provenga del verbo, el verbo proviene del adjetivo) en violare, actuar violento, agredir y de ahí violar, violación. (13).
El género se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres. Las diferentes funciones y comportamientos pueden generar desigualdades de género, es decir, diferencias entre los hombres y las mujeres que favorecen sistemáticamente a uno de los dos grupos.
Como tal no existe una delimitación diagnóstica para la violencia de género; sin embargo sí existen ciertas características o criterios que se pueden tomar como indicativos de esto, mismos que a continuación se exponen:
Sin embargo, lo más importante es entender que la violencia de género se basa en la dinámica del control psicológico. La cual, busca despojar a la persona de su seguridad, confianza, autonomía, etc.
Además, esta violencia de género suele manifestarse en primer lugar con maltratos de tipo verbal, con formas encubiertas de insultos y descalificativos; después, se pasa a maltratos de tipo físico, mismos que en algún momento, incluso puede llegar a grandes golpizas, violaciones o incluso la muerte.
Por lo anterior es sumamente importante tener en cuenta alguna de los signos de la violencia de género:
La violencia intrafamiliar: que es una violencia ejercida contra las mujeres dentro de sus relaciones de pareja, ex pareja o familia. Relaciones en las que las mujeres pueden ser sometidas por cualquier hombre, por el simple hecho de ser mujer. Además, de que por lo general esta violencia se da de manera privada; se presenta en relación al círculo de la violencia y “siempre se justifica por el cariño que se tiene”, por la víctima. Razón; por la cual, su principal característica es que es directa del hombre a la mujer.
Lo mismo que ocurre con la violencia hacía la mujer; la cual, se define de forma general como cualquier acción con probabilidad de causar daño físico, sexual, psicológico o sufrimiento extremo a una mujer. La violencia puede producirse en el hogar, en el lugar de trabajo o en la comunidad, por el simple hecho de ser mujer.
La violencia de género es más común de lo que se puede sospechar.
Tanto las Naciones Unidas como Human Rights Watch consideran el término de violencia de género para referirse a la agresión de un individuo a otro, bien sea a hombres, mujeres o personas que han decidido cambiar su orientación sexual.
Es cierto que estadísticamente, según las Naciones Unidas, siete de cada diez mujeres sufren violencia de género, y que una de cuatro mujeres que han sido víctimas de violencia de género, lo han sido durante el embarazo.
Pero también es cierto que no solo la mujer es víctima de la violencia de género.
Según el Consejo General del Poder Judicial en España, el 25% de las denuncias de violencia doméstica corresponde a hombres maltratados por sus parejas.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la violencia de género no solo es física, sino que la persona violenta lleva a cabo una serie de estrategias psicológicas contra su víctima.